lunes, 27 de abril de 2009

Érase una vez.

Érase una vez un rey que hizo la promesa de construir un convento en Mafra.
Érase una vez la gente que construyó ese convento.
Érase una vez un soldado manco y una mujer que tenía poderes.
Érase una vez la historia de un amor sin palabras de amor. 
Érase una vez un cura que quería volar y murió loco.
Érase una vez un músico.
Érase una vez una passarola.
Érase una vez.

.... Gracias, señor Saramago. 

sábado, 25 de abril de 2009

Agua.

I
Agua tibia, agua ardiendo, agua que corre, agua nada más y tengo sed. Tengo sed. Miro el color endemoniado del abismo, estás muy lejos y yo muy cerca, estás al fondo del abismo. Estoy con el aire cayendo lento. Cada vez mucho menos lento. 

II
Agua que no puedo beber, voz que no puedo llevarme entre las manos, garganta tuya que fabrica la más lejana de mis obsesiones. Quisiera ser un ave, de plumaje sensual e irrepetible, huir de ti, del rastro humano que has dejado en mi territorio. Quisiera ser un animal de pico y alas largas, para volar de ti, hacía arriba, fuera del abismo. 

III
Agua que quemas mi ser, agua que pasas lento y lento matas, lento robas la cadencia de mi canto. Agua hechizada que he bebido de este río plata, agua hirviente producto de la maldad. Brujería catastrófica, te odio tanto… (aquí el llanto se desborda, la respiración se limita, el corazón se paraliza, el cerebro comienza la regresión)…
…Vino de uva que de una copa de cristal se escurre sobre la mesa, el humo de la chimenea sale edificando nubes con formas de elefantes flacos y jirafas gordas, pingüinos cabezones, bicicletas desconchinfladas y caras de niñas bonitas con coletas y rizos, sonrisas forzadas o caras tristes… 
…Vino blanco que de otra copa de cristal se escurre sobre la otra mesa, la que no es la mesa, el humo del cigarro revuelve la pasión con el delirio, los brazos largos de la humareda terminan por envolver entre su asco la negativa, la palabra altiva de quien porta el cabello negro, largo sobre la espalda y que se llama en secreto con el verdadero de sus nombres, se comporta con la real de sus formas, movimientos. 
…Vino espumoso que de otra copa larga y de cristal reposa para ser bebida, y que con el tiempo se esfuma se consume se evapora. Bocanada friolenta, bocanada gris, bocanada insípida y amorfa. El amor no existe. 

IV
Agua… quisiera beber… un poco de agua. 

V
Agua clara sobre la que poso mis garras, magma puro que curas las heridas de este corazón pequeño, de esta mente reducida a los añicos, de este cuerpo emplumado y roto. Agua clara que sabes a paz, que no ardes cuando me embriago de ti, hazme dama púrpura y fuerte, dame pies, dame brazos, dame fuerza, pero dame más del vino viejo, apaga la luz y deja que a las bocanadas se las lleve el tiempo.