sábado, 31 de enero de 2009

Literatura en turno

Coraline
Nail Gaiman
El pasado 7 de marzo de 2008 me encontré ya tarde en una cita con un amigo para asistir a una función de teatro, no hace mucho había cumplido 21 años y mi amigo amante del teatro y de las historias de ficción y fantasía me hizo un regalo, con una nota enorme en la primer hoja, (La vida está repleta de pequeños placeres y tenemos uno en común y de este mundo pequeñito se puede hacer uno tan grandote cuando se sabe soñar. Nunca dejes de soñar y nunca de los nunca jamás te olvides y dejes de hacer lo que más te gusta. De un tonto que te quiere a borbotones)... total, que lo que siempre me había gustado hacer más en esta vida es leer, sin embargo el espíritu se puede amargar y endurecer por dedicarse en cuerpo y alma a cuestiones efímeras, me olvidé de lo que más me gusta.
Esta historia corta la terminé de leer NUNCA, siempre lo intentaba pero por haberme sido concedida en un día clave en mi vida me traía recuerdos recalcitrantemente lastimeros. Hace un par de semanas mientras regresaba a mi casa por la noche vía periférico norte, me sorprendí mirando el anuncio de la película basada en este libro, ya sabía de su existencia pero no me imaginé que fuera tan pronto. Entonces yo leía otro libro pero lo abandoné en la escuela, tomé este ayer en la mañana y.... extrañamente lo he terminado ya... fue cuestión de dos que tres pares de horas... fue cuestión de aferrarme a huir de la otra mamá, del otro papá, cuestión de tener un amigo gato negro, encontrar almas encerradas en canicas, platicar con las señoritas Forcible y Spink... fue cuestión de perderle el miedo a las sombras difusas que se deslizan rápidamente por el oscuro vestíbulo, como si fueran pedacitos de noche....