lunes, 7 de abril de 2008

La mujer de hojalata.

Puede ser, que bajo su pecho fuerte y grande de metal esta mujer escondía mucho; el rostro de una muchacha, un amor pasado diminuto, unas cuantas memorias fotográficas como un pastel, la textura y la sombra de un árbol, el vértigo de un columpio, también tal vez, un coraje y una voluntad robadas.
En su cabeza, de entre tantas ambiciones materiales se encontraban pasadas memorias que le causaban zumbidos al recordarlas, por ello la mujer de metal procuraba no pensar, si no actuar. Razonar y no sentir. Sentir siempre le fue mucho mas difícil.

Un día común y corriente, la mujer que parecía común y corriente se levantó del sofá, miró con desilusión el despertador que no sonó a las cinco y cuarto, caminó pisando las latas de refresco vacías e hizo tronar toscamente con los pies descalzos cada uno de los empaques de comida rápida tirados en el piso; como un voluptuoso papel tapiz, un ornato desenfrenado y asqueroso. Se lavó rápidamente el cabello en el lavabo y talló sus dientes como para limpiar el asco. Abrió el guardarropa inmenso sin la ilusión de encontrar algo que le viniera bien en un día caluroso a tan temprana hora, un día de rojo abril.
Una mujer implacable inmersa en un mundo grande, sin enfermedades internas, sin debilidades externas, con amplio vocabulario, habilidades extracurriculares, dominio de idiomas extranjeros, capacidad de relación, tiempo completo disponible. Incapaz de sufrir lesiones por quemaduras, raspaduras o torceduras, la mujer de hojalata parecía un robot.

Llegada la noche la mujer de hojalata recordó tenía una cita, apagó su ordenador, se encargó de las luces de su lujosa oficina, de las plantas de la entrada, de su imagen atractiva y bajó 35 pisos para manejar un Mercedes clásico. La noche se acercaba más, - la noche hecha para el amor – pensó la mujer de hojalata soltando una sarcástica carcajada- aaajajajaja, hecha para el amor – se repitió burlándose de nuevo.
Llegando al lugar la mujer de hojalata cedió las llaves de su auto para que fuese acomodado, pensó que caminar hacía la puerta de entrada no le caería mal, además estaba 10 minutos adelantada.
No había dado si quiera diez pasos, comenzó a llover, le faltaban más de 20 metros hacia la entrada, corrió, pero nerviosamente comenzó a preocuparse por su vestido, hacía tantos años que no se mojaba de tal manera, corrió mas rápido, sin detenerse, pisó con la punta de su delgado zapato la orilla de la banqueta y mientras levantaba el otro pie, el primero se resbaló, - ha de haber sido un espectáculo- pensó la mujer de hojalata cuando estaba en el piso. – Ha de haber sido un espectáculo un espectáculo un espectáculo, un estupendo espectáculo, como aquella vez que caí del autobús por perseguir a Rogelio, cómo quise a Rogelio, Rogelio también cayó una tarde del columpió que colgaba del árbol… ha de haber sido un espectáculo, como la vez que caí del autobús por perseguir a Rogelio, cómo quise a Rogelio, caminábamos por el centro, bebíamos té, nos besábamos sobre el pasto de alfombra, pero Rogelio era malo, Rogelio se fue, Rogelio y ese puente alumbrado, Rogelio se fue, esto ha de haber sido un espectáculo, Rogelio, maldito Rogelio se fue…-

A la mañana siguiente, el comprador de refacciones y hojalata no podía creerlo, nunca había llegado a su local un artefacto tan metálicamente sofisticado, pagó cien pesos por la hojalata y la arrumbo junto la otra sobre la grande montaña de autos y lavadoras viejas, para que pronto pasara la máquina que junta la hojalata, y la hace enormes cubos de metal.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Un día comun y corriente, leí algo que perecia comun y corriente; pero, resulto ser un estupendo espectáculo.

Genial niña tu siempre sorprendes!

Jeco.

Anónimo dijo...

Un día comun y corriente, leí algo que perecia comun y corriente; pero, resulto ser un estupendo espectáculo.

Genial niña tu siempre sorprendes!
...buenas noches Srta. Naranja
Jeco.

Anónimo dijo...

y aunque de hojalata, le seguía raspando la armadura Rogelio...

María Buendía dijo...

es muy interesante cuando leo de nuevo mis cosas y veo los errores... lo voy a confeccionar, por alguna razón me gusta mucho...